"Las mañanas se volvían grises
La luces de su alma, apagadas
Su mirada a través de la ventana
Recorría de largo el rio
Su camisa roja, arrugada
Sus zapatos apartados de mí
El espejo empañado de ti
Dibuja el círculo tan deseado por ti
Una sombra la espera en la puerta
Respira la calma de su habitación
Agota sus últimas lágrimas del día
Mastica el dulce y último bombón
Ella sueña con cambiar
Mas cambiar, igualar, internar
Su mente despeja su unidad
Y Juega a ser “diferente”
Llueve en su techo un mar de lágrimas
Su almohada empapada del pasado
Ella se amamanta en el perdón
Cierras sus ojos, hoy quiere escapar
Su sombra, le hace un guiño
Sabe que puede volver en sí
Sin cambiar, sin alterar
Seguirá siendo diferente
Su pulsera le aprieta la cintura
La mantiene con vida y fuerzas
Creen en su ser y en su verdad
Las agujas del alma se doblan
Mira frente a su ventana
Como cada mañana, esa sombra
Que ahora toma aspecto
El aún la espera…"

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