martes, 24 de enero de 2012

Mark Johns y su Guitarra



Trato de buscar en entre todas las frecuencias de esta vieja radio, una en la que se pueda oír el paso del mundo, el andar de cada persona de este universo, para así poder encontrar el rastro o el camino que me lleve a la felicidad.
Trato de divisar esa constelación que me dijeron que existía, pero que sin embargo se escapa a mis ojos, a mis sentidos…ese conjunto que supuestamente va a hacer que no pare de sonreír…
Y termino de arrastrar mis sábanas, que yacen bajo mi cama, dejando mi cuerpo desnudo ante el frio cortante y poco misericordioso. Me recojo, soñando, imaginando, vislumbrando como poco a poco este cuarto dejaba de oler a ti…como poco a poco, tu sombra iba alejándose cada vez más de mi.
Sin quererlo y cuando más se acercaba hacia la reina el alfil, un ataque de ira del destino, derribó esta tabla en la que solo quedaban dos piezas sobre la mesa.  Ambos jugadores observaban como sus reyes quedaban tumbados, quedando ella y el en pie.
Que fácil es embriagarse con tu perfume, sin embargo, dudo siempre en que lado de tu cuerpo la llevarás, pues es sutil, y enigmático…cuello, brazos, cuerpo…
Y me agacho un segundo para coger fuerza, así el salto puede ser más alto y poder mirar este fenómeno de lejos. Pensando e imaginando el legado que he heredado, que tú me has regalado para poder salir adelante.
Escribiendo este párrafo en concreto, no puedo evitar apoyarme en la pared de mi habitación, y sonreír mientras observo el techo y escucho Butterflies de Mark Johns, y su guitarra me envuelve y me hace volar hacía ti una vez más.
Y me lleno de esperanzas una vez más, para ponerle rostro a esa cara que aparece en mis sueños y que me levanta hacía sus brazos, sin miedos ni locuras, sin nada extraño ni demasiada cordura…No tiene rostro y sé que es ella, que tiene ese aroma tan significativo…que tiene ese andar tan maravilloso… ¿Qué es tan increíble y a la vez tan utópico?
Si tuviera la respuesta…este no sería el último párrafo que escribo esta noche, pues es demasiada la sensación de un día, que siento que como no pare, el pecho va a ramificar mis heridas y voy a tener que andar nuevamente por toda mi vida…cuesta arriba…

No hay comentarios:

Publicar un comentario